Ya no puedo más...

Hola Carol, espero que tengas un buen día. Hoy tienes pico y placa; tal vez ya estés en tu oficina o llegues pasadas las 09:00, no lo sé... Lo digo porque en el contador de este blog ya suman dos visitas hoy.

Espero que estés bien de tu dolor de cabeza. Realmente me sorprendió que, aunque estabas como "anastesiada", llegaras pasadas las 19:00 a tu hogar. Pensé que te ibas a ir temprano a tu casa para descansar porque estabas muy mal, pero en fin...

No encuentro argumentos para pedirte que regreses conmigo y retomar nuestra relación. Sabes, vivo una angustia terrible todos los días imaginando que regresamos y sólo me topo con silencios y negativas. Ya no sé qué hacer, estoy perdido, desesperado...No tengo más opción que resignarme ante tus negativas.

Yo no soy un pegón de mujeres como piensas. Por favor no me juzgues por aquella ocasión que le di un manotazo a la mesa. Ese día tuve muchos problemas en el trabajo, en la casa y decaí, pero no soy un pegón. Sino pregúntale a mi madre o mi hermana, jamás las he faltado al respeto o agredido, pero tú te cierras tanto... no me escuchas, no quieres saber nada de mí...

No puedo irme en contra de mis convicciones como persona. Te lo he dicho varias veces y te lo repetí ayer por mensajes de texto, aunque tu dolor de cabeza te impidió reflexionar sobre lo que te escribí. Por eso me veo en la obligación de escribir esta carta para explicarte las cosas y repetirte lo que te dije por mensajes. Fue muy triste que, por tu condición física, no hayas estado en condiciones de leerlos. Me hizo pedazos, pero también me puso los pies sobre la tierra y me ayudó a entender lo que realmente pasa contigo.

He hecho tantos reportajes y entrevistas sobre violencia intrafamiliar... Incluso me he sentado a llorar con madres destrozadas a golpes y niños agredidos en el centro Tres Manuelas. Por eso, no voy a cometer actos que van en contra de lo que he escrito y creo. No voy a ser un tarado que critica la violencia contra la mujer y luego le agrede a la esposa. ¡Por Dios! No soy un ignorante que va a irse en contra de sus principios y de lo que hace con tanta dedicación para tratar de ayudar a la sociedad. Créeme que si yo hiciera eso sería un mamarracho como periodista, un comunicador sin credibilidad. Y más allá de eso, me iría contra mis principios de ser humano. Estoy totalmente en contra de la violencia de género e infantil.

Te lo repito mil veces: no soy un pegón de mujeres, nunca he maltratado a una. Ya no encuentro palabras para hacerte entender que no soy violento. En este país, seis de cada 10 mujeres son víctimas de violencia, según cifras del INEC. Ante eso, no voy a ser tan pendejo de golpear a mi esposa y formar parte de esa estadística espantosa llena de lágrimas y dolor. Eso sería una vergüenza para mí.

La violencia intrafamiliar desencadena en otros delitos. Uno de ellos es el femicidio y que niños abandonen sus hogares por miedo a los maltratos. No me quiero hechar flores ni nada, pero es conveniente decirte que para mí una de las prioridades es ayudar a las familias cuando tienen problemas de violencia o femicidios y las autoridades les abandonan en las investigaciones. 

¿Te parece que podría ser un pegón cuando hay casos de femicidio y trato de ayudarles a las familias de las víctimas?. Eso me pasó en Malchinguí con el caso de una chica asesinada. Me dolió tanto ese crimen y me contacté con unas autoridades para que les ayudaran a los padres de la víctima. Esto porque los policías les habían olvidado en las investigaciones. Lo mismo me pasó con otras muertes violentas que se dieron en Quito. Mi intención siempre ha sido ayudar a la gente en los hechos de violencia. No me quiero hechar flores por lo que hago, pero duele tanto que pienses que soy un pegón cuando odio a la violencia contra la mujer y los niños. 

Es cierto, yo te di una imagen negativa con mi golpe en la mesa. No quiero justificarme, pero eso no significa que soy un pegón o un maltratador de chicas porque NUNCA golpeé a una... Bueno, es muy problable que ni siquiera leas estas líneas...

- Ayer me dolieron mucho estos mensajes: "gracias por preocuparte por mí", "voy a rezar por ti ...". El dolor fue similiar como cuando me dijiste "sigue tu camino con alguien que no sea como yo", "ya sabes, si son consultas jurídicas cuenta conmigo en lo que pueda" o el viernes pasado con ese "hasta siempre" luego de que fuiste a tomar cervezas... No te miro con ojos de amigo o conocido. Yo sólo te podré ver como si fueras mi esposa, nunca como amiga... También te agradezco por su sinceridad y por ponerme los pies sobre la tierra. Me hiciste entender que no tengo oportunidad de volver a tu vida como esposo o novio.Soy tan necio... me he aferrado tanto a ti y tus besos... me he negado a perderte...

Esto es de dos y tú no quieres seguir conmigo como esposos que fuimos. No te nace seguir, no puedo obligarte a que te quedes a mi lado. No digo que no me ames, simplemente no te nace seguir siendo mi mujer. Eso es todo. Así me pare de cabeza o me arrodille ante ti solo recibo de tu parte silencios y negativas. Me estoy volviendo loco. Te deseo lo mejor cuando encuentres al amor de tu vida, con quien te cases y formes tu familia. Yo, de mi parte me quedaré solo para siempre y Dios me ayudó a entender lo que tú sientes con tus silencios, indiferencias y constantes negativas: NO TE AFERRES A UN IMPOSIBLE, .

Te amo. Casi me perdí...

Yo también te he perdonado de las cosas horribles que me has dicho y estoy dispuesto a entregarte mi vida. Al que le nace, le nace...