domingo, 30 de marzo de 2014

El médico loco...


Tú me acompañaste al consultorio del médico loco, ese que tiene prácticas medio raras... tú sabes. En esa puerta metálica y una habitación obscura con paredes plagadas de diplomas de reconocimientos a su "trayectoria profesional". No me acuerdo el nombre que te pusiste ese día para entrar a ese sitio conmigo; creo que era Elena. Estabas hermosa, pues llevabas puesta un vestido pegado al cuerpo que te quedaba espectacular. No lo niego, una de las cosas que más voy a extrañar de ti en cuanto a lo físico será tu cuerpo y como no recordar tus piernas bronceadas. Ese día, tú te quedaste solita con él y te hizo el chequeo mientras yo fui al cajero a sacar dinero. Te dijo "lleva tres semanas de...". Jajajaja! Fuiste mi compañera hasta en las coberturas más locas... Nunca te lo conté, pero ese día pensé muchísimo en Dieguito Andrés, nuestro hijo que nunca llegará a este mundo.

Mil disculpas por hacerte recordar estas cosas que ya no tienen valor para ti. A mí no me queda más alimentarme de pasado, pasado y pasado.Tal vez me empache de recuerdos, pero solo así podré mitigar en algo el dolor y el golpe anímico que me ha significado perderte para siempre y no volverte a ver nunca más.

TE AMO y hasta que pueda haré fotos de nuestros recuerdos, pues sé que no nos volveremos a ver...

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